Nos encontramos con Carlos Magdalena, Ingeniero Agrónomo y Doctor en Mecanización Agrícola, trabaja en INTA hace más de 30 años y actualmente es Director Regional de Patagonia Norte. Reconocido por su experiencia y activa participación en el trabajo de campo con los productores enfatiza el objeto fundacional del INTA: mejorar la calidad de vida en el ámbito rural.

 

Nos cuenta que INTA se creó en 1956, todavía Río Negro era un Territorio Nacional, no tenía gente en campo y no existía el nivel de articulación con municipios, instituciones del Estado y empresas que existe hoy. Hace foco en el trabajo con los productores, es un hombre pragmático y con los pies sobre la tierra.

 

Le preguntamos en qué proyectos está trabajando actualmente el INTA en materia de tecnología y nos cuenta:

 

Estamos trabajando con biofábricas, escaladas en trabajo de laboratorio, actualmente se encuentra en un nivel de escalamiento bajo, produce biocontroladores para 200ha o más. Hablamos de insectos que parasitan carpocapsa, está muy articulado con empresas privadas.

 

Otro proyecto muy importante está relacionado con la producción de Cannabis, es llevado a cabo junto con Provincia de Río Negro y Nación. Intenta llegar desde la semilla hasta el preparado para obtener el producto final de laboratorio y aplicación en el paciente. El banco de germoplasma y módulo de genética se encuentra en Bariloche y el recinto de producción está en Guerrico y hay lugares que están produciendo variedades de semilla para ser inscriptas.

 

Y otro proyecto muy importante de ganadería de precisión, esto es: identificar la variabilidad y darle tratamientos donde se necesite. También existen proyectos de fruticultura de precisión. Algo que persigue fuertes objetivos ambientales y de eficiencia productiva. Puntualmente en materia de ganadería hablamos de desarrollos de automatización como pesado de animales, bebederos automatizados, etc.

 

El Ing. Magdalena fue además impulsor del proyecto que desemboca en 2014 en la producción de Ceres, la plataforma autopropulsada de Pazima que se implementa para cosecha y poda. Indagamos sobre su proceso de formación y nos contó lo siguiente:

 

Se trata de un proyecto que surge de un convenio marco con Italia en los años ‘90. Por un motivo u otro se fue retrasando hasta que en 2010 surgió la necesidad puntual de una empresa de la región y Pazima tomó la posta. Llevó muchos años de análisis de maquinaria experimental concedida por el gobierno de Italia y de adaptación a las necesidades locales. Finalmente se lanzó un primer prototipo en en 2014, el cual ha tenido mejoras y adaptaciones hasta el día de la fecha, ya ha sido probado exitosamente en campo durante todos estos años.

 

Carlos Magdalena enfatiza el carácter inclusivo de la plataforma Ceres al asegurar que hace de una tarea atlética como es la poda o la cosecha algo realizable por cualquier persona independientemente de su género o edad. Al ampliar el segmento de potenciales trabajadores se resuelve otro gran problema para la fruticultura que es la escasez de personal calificado.