“El valle no es una zona productora de frutos secos. Yo me especialicé hace 10 años y era algo realmente excepcional en la zona. Trabajé en el Centro Pyme de Neuquén en el área de Desarrollo de Programas, y ahí detectamos la necesidad en el sector. Algo que está mucho más avanzado hoy en día. Le veo mucho futuro.”

 

Remarca que el productor de frutos secos tiene mucho más dominio del producto, tiene otros costos, otras condiciones de conservación y otra forma de comercialización que le permite incluso poder vender su propia producción.

 

Comparando la fruticultura tradicional con frutos secos le preguntamos cuál era el impacto ambiental a lo que Silvana nos responde: “para lograr el rinde que uno busca en el árbol, tiene que invertir en tecnología y si bien sos árboles de secano, demandan la misma cantidad de agua que cualquier otro fruto”.

 

La familia Moschini es pionera en producción orgánica en la zona, hace 20 años que producen con esta modalidad. Silvana resalta el acompañamiento técnico que permitió esta transición, que empezó a prueba en una de sus chacras. Remarca que la clave es trabajar en prevención de plagas. Si bien defiende la producción orgánica, reconoce que no hay demanda y es riesgoso invertir con esta modalidad, pues hay una fuerte fluctuación en el mercado. Para entrar a la certificación de orgánico hay una transición de tres años.

 

Sin embargo, resalta que para el cuidado del medio ambiente la clave está en las buenas prácticas: que el productor se acote al triple lavado, envases vacíos, etc. 

Nos habla de Responsabilidad Social Empresaria, compromiso con la comunidad, con el personal. Recomienda el uso de certificaciones internacionales en esta materia, dado que amplía las posibilidades en el mercado internacional.

 

Hablar con Silvana Moschini nos deja una lección de liderazgo femenino en un ámbito rural. Su forma de hablar es firme pero amable, se nota a simple vista que es una mujer empática, que ve la chacra en 360° y no solo piensa en el rinde por hectárea, está mirando el conjunto: cómo impacta su trabajo en la comunidad, cómo se forma a los trabajadores rurales, cómo se generan condiciones dignas de trabajo y cómo se cuida el medio ambiente.

 

En Pazima estamos orgullosos de estar del lado de los productores y productoras que sacan adelante el país haciendo un buen trabajo con nuestra tierra.